viernes, 18 de abril de 2014

SARITA MONTIEL

FRAGMENTO DE "OCHO MUJERES DEL SIGLO XX" Entrevistas de Waldemar Verdugo Fuentes publicadas en revista Vogue y periódico Unomásuno de México y periódico El Mercurio y revista Caras de Chile. Primera Edición en Libro Vegetal: Editorial DIANA de México, 1987. Premio Nacional de Periodismo Cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes del Gobierno de México 1987 para obra publicada. ISBN 978-956-353-560-0 Escrito en Contraportada de la Primera Edición en Papel Vegetal de esta obra: Sin duda, cada época histórica conlleva una cultura, un carácter y una sensibilidad que la distinguen del pasado. Grandes acontecimientos han ocurrido en este siglo, en el cual la mujer ha ganado autonomía. En Ocho Mujeres del Siglo XX, Waldemar Verdugo Fuentes entrevista a grandes personalidades femeninas de todo el mundo que oscilan entre el misticismo y el arte. Madre Teresa de Calcuta, Guadalupe Amor, Alicia Alonso, Candice Bergen, Joan Baez, Martha Graham, Sara Montiel y María Félix han influido en sociedades enteras, aportando un sentido nuevo a la identidad nacional. Ocho mujeres con profesión propia, que se han abierto un espacio hasta sobresalir a fuerza de talento y disciplina. Ocho mujeres que lograron una vida independiente y devinieron en personajes legendarios. El misticismo, el orgullo y la ingenuidad se alternan en estas entrevistas vitales y divertidas. http://www.amazon.com/dp/B00HJKOSSE

lunes, 8 de abril de 2013

A SARITA MONTIEL CON UN BESO.

Sara Montiel y escritor chileno Waldemar Verdugo Fuentes en México.

lunes, 24 de noviembre de 2008

SARITA MONTIEL, rutilante madurez.




SARA MONTIEL:
"No soy una mujer de estudio; la preparación que poseo la he obtenido leyendo, observando y preguntando a gente inteligente. En México solíamos reunirnos con Pablo Neruda en casa de don Alfonso Reyes; yo admiro su poesía y a él parecían divertirle mis películas. ¿Qué otra función tiene el cine si no es la de divertir?".

Por Waldemar Verdugo Fuentes.
Publicado en VOGUE.
En UNOMASUNO, Ciudad de México, agosto de 1987.

Desde que la legendaria estrella española Sara Montiel dejó el cine, en los años setenta, se presenta con regularidad en televisión y en diversos escenarios internacionales. En México, donde he conversado con ella, realiza una temporada anual con su espectáculo, donde canta y actúa, conversa con el público y en plena madurez practica a la perfección el clásico arte de agradar: "A mis noventa y dos años confesados" -dice riendo- "me siento la mujer más dichosa del mundo y doy gracias a la vida por haberme dado tanto, como dice la canción de Violeta Parra".
-Usted nació en la tierra del Quijote de la Mancha...
-Así es. Nací en Campo de Criptana, pequeño pueblo de La Mancha. Y como creo en el determinismo ambiental, La Mancha ha influido fuertemente en mi carácter; las mujeres de la región somos pausadas por cierto desarrollado sentido de la responsabilidad; también nacemos los manchegos con una idea intuitiva de la música. Ese sentido musical se ve en Cervantes, en la sonoridad de la palabra escrita en el "Quijote". Don Miguel de Cervantes nos ha influenciado mucho.
-¿Le atrae la personalidad de "Dulcinea"?
-Justamente "Dulcinea" es una mujer muy manchega, fuerte y débil a la vez; fuerte cuando se trata de proteger lo que ama, y débil cuando se trata de ofrecerse a la protección que le brinda su caballero. Yo de niña ni sabía que existía la literatura clásica española, conocí a los clásicos de mayor, cuando comencé a viajar, porque no tengo estudios.
-¿Dice usted que no tuvo educación formal?
-Exactamente. Mis padres eran gente muy humilde, del campo, y no pude ir a la escuela, porque antes en España la gente pobre no podía estudiar, no era como ahora en que hay escuelas para todos. es por lo que no tengo recuerdos, como la mayoría, de una educación formal, clases, la maestra y todo es...A mí me hubiese gustado tener más preparación; si hubiera estudiado, seguramente hubiera sido algo relacionado con filosofía y letras...
-Entonces, ¿cuál fue su preparación?
-Lo que sé lo he aprendido leyendo, observando, preguntando...tengo plena conciencia de que desde pequeña me gustaba la actuación, quería ser actriz o cantante, y trabajé y aprendí y fui actriz y cantante. A mí me preparó la vida. También hubiera destacado como bailarina si me lo hubiese propuesto; en verdad creo que una persona puede destacar en lo que se proponga, si es sincera consigo misma y si trabaja y si cree en lo que hace. En mi vida ha sido además importante tener fe en la existencia de Dios, quien me ha dado siempre fuerzas para seguir adelante.
Gracias a un concurso de talentos infantiles que ganó, a los trece años Sarita Montiel ya intervenía en películas en Madrid. En 1949 la contratan para trabajar en México, donde filma junto a los astros de esa época: Pedro Infante, Agustín Lara, Pedro Armendáriz, respaldando su posterior entrada a Hollywood, donde interviene en exitosas cintas como "Veracruz" (1954, con Gary Cooper y Burt Lancaster); "Serenade" (1955, con Mario Lanza y Vincent Price); "Yuma" (1957, con Rod Steiger)...Regresa a España y protagoniza en 1958 dos de las películas más taquilleras del cine hispanoamericano: "El último cuplé" y "La violetera", a las que siguen muchas cintas que marcaron toda una época. Aportó al celuloide la imagen de la mujer hispánica en uno de sus más altos conceptos: el atractivo. Le pregunto qué ha sido más difícil en su carrera, y dice:
-Ha sido difícil mantenerme, no llegar. Estoy continuamente haciendo shows, nunca he dejado de trabajar. No hago cine porque los guiones que me envían no me han incentivado...sé que sólo tengo dos o tres películas con guiones importantes, pero ¿para qué seguir acumulando títulos?. Retornaría si lo amerita, y si no hay un buen guión no lo amerita. De cualquier forma no necesito filmar más, ya hay un cine "a lo Sara Montiel".
-¿Cómo es ese cine?
-Blanco. Mis películas nunca han sido vulgares; quizás eróticas, pero en el mejor sentido del término. Mi cine ha sido esencialmente un vehículo de entretención familiar, con números musicales aparentemente intrascendentes, pero entretenidos: yo sólo he querido divertir al público.
-¿Que ha sido lo más positivo en su trabajo?
-¡Ay hijo, espera! Déjame pensar... creo que lo mejor ha sido ganarme a un público a fuerza de trabajo. Porque he tenido por lo menos unos quince años de cúspide que ni siquiera me lo hubiera imaginado; ahora me mantengo, pero si fui la número uno todo ese tiempo, ahora soy "Sara Montiel", que es como si se me hubieran cumplido mis sueños más allá del sueño mismo. Sigo con mi nombre en alto, y lo digo porque tengo un público que me apoya donde voy.
La más famosa actriz de España apoya su vigencia no sólo en sus giras personales, o la televisión ("aunque sólo me es posible hacer televisión cuando me ofrecen algo interesante, pero no es lo común tampoco"), también en uno de los rasgos que la han hecho sobresalir siempre: su amabilidad de trato. Ella dice: "La vida me ha respetado, ¿cómo no he de respetar a todo lo vivo?". Le pregunto a qué dedica el tiempo que se deja libre:
-Con mi familia vivimos generalmente en Palmas de Mallorca y, cuando puedo, me dedico a pintar, sin más pretensiones que satisfacer mis propias inquietudes; también en mi casa me dedico a la jardinería: las plantas son una pasión que he venido arrastrando toda mi vida.
-¿Ha ganado mucho dinero?
-Nunca me ha faltado nada, gracias a Dios, y sólo con el esfuerzo de mi trabajo. Creo que sí he ganado dinero, pero en realidad nunca he llevado yo mis cuentas; sólo sé que si quiero obtener algo, lo puedo comprar. Parte de mi fortuna está invertida en obras de arte: sólo en mi casa de Mallorca tengo 3 Picasso, 3 Goya, 3 Mirós, 4 Guayasamin, 1 Siqueiros, 1 Orozco, 1 Van Gogh, algo de Toulouse-Lautrec y varios más: adoro la pintura; tengo buenas joyas, algunas piezas únicas: no podría calcular. Además mi marido tiene sus teatros, sus cines, algunos periódicos...y no debemos impuestos (ríe). Todo lo que tenemos será de nuestros hijos, Thais y Zeus: ellos son lo primero en mi vida, luego mi marido y después mi carrera.
-Usted siempre está viajando y actuando en diversas partes del mundo, ¿cómo ve nuestra época actual?
-¡Ay hijo, yo creo que el mundo está "chalao"! ¡El mundo está loco, está trastornado!. Creo que el ser humano siempre tiende al bien, pero son momentos muy difíciles; yo no sé si esto comenzó con el asunto de Hiroshima, cuando el hombre descubrió que tenía un gran poder y luego no supo qué hacer con tanta fuerza, cómo utilizar el átomo...y aún no aprendemos, porque siguen existiendo explosiones atómicas acá y allá, que son una locura; y es algo en lo que estamos todos involucrados; yo creo que el mundo está "pirao", y también creo que hay personas cada vez más conscientes de lo que significa la llegada del nuevo milenio, en que debemos recapacitar en la necesidad de que haya paz en la tierra. A pesar de todo, tengo fe en que todo algún día será más sensato.
(c)VOGUE-México.
(c)Waldemar Verdugo Fuentes.
SARA MONTIEL:
"No soy una mujer de estudio; la preparación que poseo la he obtenido leyendo, observando y preguntando a gente inteligente. En México solíamos reunirnos con Pablo Neruda en casa de don Alfonso Reyes; yo admiro su poesía y a él parecían divertirle mis películas. ¿Qué otra función tiene el cine si no es la de divertir?".

Por Waldemar Verdugo.
Publicado en VOGUE.

Desde que la legendaria estrella española Sara Montiel dejó el cine, en los años setenta, se presenta con regularidad en televisión y en diversos escenarios internacionales. En México, donde he conversado con ella, realiza una temporada anual con su espectáculo, donde canta y actúa, conversa con el público y en plena madurez practica a la perfección el clásico arte de agradar: "A mis noventa y dos años confesados" -dice riendo- "me siento la mujer más dichosa del mundo y doy gracias a la vida por haberme dado tanto, como dice la canción de Violeta Parra".
-Usted nació en la tierra del Quijote de la Mancha...
-Así es. Nací en Campo de Criptana, pequeño pueblo de La Mancha. Y como creo en el determinismo ambiental, La Mancha ha influido fuertemente en mi carácter; las mujeres de la región somos pausadas por cierto desarrollado sentido de la responsabilidad; también nacemos los manchegos con una idea intuitiva de la música. Ese sentido musical se ve en Cervantes, en la sonoridad de la palabra escrita en el "Quijote". Don Miguel de Cervantes nos ha influenciado mucho.
-¿Le atrae la personalidad de "Dulcinea"?
-Justamente "Dulcinea" es una mujer muy manchega, fuerte y débil a la vez; fuerte cuando se trata de proteger lo que ama, y débil cuando se trata de ofrecerse a la protección que le brinda su caballero. Yo de niña ni sabía que existía la literatura clásica española, conocí a los clásicos de mayor, cuando comencé a viajar, porque no tengo estudios.
-¿Dice usted que no tuvo educación formal?
-Exactamente. Mis padres eran gente muy humilde, del campo, y no pude ir a la escuela, porque antes en España la gente pobre no podía estudiar, no era como ahora en que hay escuelas para todos. es por lo que no tengo recuerdos, como la mayoría, de una educación formal, clases, la maestra y todo es...A mí me hubiese gustado tener más preparación; si hubiera estudiado, seguramente hubiera sido algo relacionado con filosofía y letras...
-Entonces, ¿cuál fue su preparación?
-Lo que sé lo he aprendido leyendo, observando, preguntando...tengo plena conciencia de que desde pequeña me gustaba la actuación, quería ser actriz o cantante, y trabajé y aprendí y fui actriz y cantante. A mí me preparó la vida. También hubiera destacado como bailarina si me lo hubiese propuesto; en verdad creo que una persona puede destacar en lo que se proponga, si es sincera consigo misma y si trabaja y si cree en lo que hace. En mi vida ha sido además importante tener fe en la existencia de Dios, quien me ha dado siempre fuerzas para seguir adelante.
Gracias a un concurso de talentos infantiles que ganó, a los trece años Sarita Montiel ya intervenía en películas en Madrid. En 1949 la contratan para trabajar en México, donde filma junto a los astros de esa época: Pedro Infante, Agustín Lara, Pedro Armendáriz, respaldando su posterior entrada a Hollywood, donde interviene en exitosas cintas como "Veracruz" (1954, con Gary Cooper y Burt Lancaster); "Serenade" (1955, con Mario Lanza y Vincent Price); "Yuma" (1957, con Rod Steiger)...Regresa a España y protagoniza en 1958 dos de las películas más taquilleras del cine hispanoamericano: "El último cuplé" y "La violetera", a las que siguen muchas cintas que marcaron toda una época. Aportó al celuloide la imagen de la mujer hispánica en uno de sus más altos conceptos: el atractivo. Le pregunto qué ha sido más difícil en su carrera, y dice:
-Ha sido difícil mantenerme, no llegar. Estoy continuamente haciendo shows, nunca he dejado de trabajar. No hago cine porque los guiones que me envían no me han incentivado...sé que sólo tengo dos o tres películas con guiones importantes, pero ¿para qué seguir acumulando títulos?. Retornaría si lo amerita, y si no hay un buen guión no lo amerita. De cualquier forma no necesito filmar más, ya hay un cine "a lo Sara Montiel".
-¿Cómo es ese cine?
-Blanco. Mis películas nunca han sido vulgares; quizás eróticas, pero en el mejor sentido del término. Mi cine ha sido esencialmente un vehículo de entretención familiar, con números musicales aparentemente intrascendentes, pero entretenidos: yo sólo he querido divertir al público.
-¿Que ha sido lo más positivo en su trabajo?
-¡Ay hijo, espera! Déjame pensar... creo que lo mejor ha sido ganarme a un público a fuerza de trabajo. Porque he tenido por lo menos unos quince años de cúspide que ni siquiera me lo hubiera imaginado; ahora me mantengo, pero si fui la número uno todo ese tiempo, ahora soy "Sara Montiel", que es como si se me hubieran cumplido mis sueños más allá del sueño mismo. Sigo con mi nombre en alto, y lo digo porque tengo un público que me apoya donde voy.
La más famosa actriz de España apoya su vigencia no sólo en sus giras personales, o la televisión ("aunque sólo me es posible hacer televisión cuando me ofrecen algo interesante, pero no es lo común tampoco"), también en uno de los rasgos que la han hecho sobresalir siempre: su amabilidad de trato. Ella dice: "La vida me ha respetado, ¿cómo no he de respetar a todo lo vivo?". Le pregunto a qué dedica el tiempo que se deja libre:
-Con mi familia vivimos generalmente en Palmas de Mallorca y, cuando puedo, me dedico a pintar, sin más pretensiones que satisfacer mis propias inquietudes; también en mi casa me dedico a la jardinería: las plantas son una pasión que he venido arrastrando toda mi vida.
-¿Ha ganado mucho dinero?
-Nunca me ha faltado nada, gracias a Dios, y sólo con el esfuerzo de mi trabajo. Creo que sí he ganado dinero, pero en realidad nunca he llevado yo mis cuentas; sólo sé que si quiero obtener algo, lo puedo comprar. Parte de mi fortuna está invertida en obras de arte: sólo en mi casa de Mallorca tengo 3 Picasso, 3 Goya, 3 Mirós, 4 Guayasamin, 1 Siqueiros, 1 Orozco, 1 Van Gogh, algo de Toulouse-Lautrec y varios más: adoro la pintura; tengo buenas joyas, algunas piezas únicas: no podría calcular. Además mi marido tiene sus teatros, sus cines, algunos periódicos...y no debemos impuestos (ríe). Todo lo que tenemos será de nuestros hijos, Thais y Zeus: ellos son lo primero en mi vida, luego mi marido y después mi carrera.
-Usted siempre está viajando y actuando en diversas partes del mundo, ¿cómo ve nuestra época actual?
-¡Ay hijo, yo creo que el mundo está "chalao"! ¡El mundo está loco, está trastornado!. Creo que el ser humano siempre tiende al bien, pero son momentos muy difíciles; yo no sé si esto comenzó con el asunto de Hiroshima, cuando el hombre descubrió que tenía un gran poder y luego no supo qué hacer con tanta fuerza, cómo utilizar el átomo...y aún no aprendemos, porque siguen existiendo explosiones atómicas acá y allá, que son una locura; y es algo en lo que estamos todos involucrados; yo creo que el mundo está "pirao", y también creo que hay personas cada vez más conscientes de lo que significa la llegada del nuevo milenio, en que debemos recapacitar en la necesidad de que haya paz en la tierra. A pesar de todo, tengo fe en que todo algún día será más sensato.
(c)VOGUE-México.
(c)Waldemar Verdugo Fuentes.